HANDPRINTS, NOT FOOTPRINTS de Daniel Coleman
HUELLA DE CARBONO DACTILAR, EN VEZ DE HUELLA DE CARBONO.
Traducción adaptada de José Maria Calvarro del artículo HANDPRINTS, NOT FOOTPRINTS de Daniel Coleman publicado en la revista TIME del 12/03/12, en el reportaje “Ten Ideas That Are Changing Your Life” http://www.time.com/time/magazine/article/0,9171,2108015,00.html
Una bolsa de patatas fritas comprada en Gran Bretaña traía malas noticias en el dorso: Las patatas contenían 14 gramos de grasa. Y lo que es peor, para fabricarlas se habían emitido 75 gramos de carbono a la atmósfera.
Se trataba de llamar la atención hacia nuestra huella de carbono. Esos 75 gramos, junto a los 2.3 millones del avión, mas el total de los impactos de carbono (las emisiones a la atmósfera que están contribuyendo al calentamiento global) de todo lo que hago y compro cada día.
El sistema LCA (Life Cycle Assesment) permite calcular la cantidad de emisiones provocadas por la bolsa de patatas fritas desde que se plantaron en la tierra hasta que se deposita la bolsa vacía en el contenedor. El resultado es la huella de carbono de las patatas fritas que me como.
Es un concepto al que nos estamos acostumbrando, pero que no nos dice toda la verdad. A veces hacemos cosas que benefician al planeta. Por ello una forma más estimulante de calcular nuestro impacto es nuestra huella de carbono dactilar -HANDPRINTS- la suma de todo lo que hacemos para disminuir y compensar nuestra huella de carbono -FOOTPRINTS- Así, la agencia de viajes que compró el billete de avión, contribuyó para sembrar árboles en una región deforestada, aumentando con ello mi huella de carbono dactilar.
El concepto es de Gregory Norris, de la Escuela de Salud Pública de Harvard. Estaba muy preocupado, porque cuando sus alumnos aprendían a calcular su huella de carbono pensaban que el planeta estaría mejor sin nosotros. Había que incluir los impactos positivos de alguna forma tan gráfica como las footprints (la huella de carbono) La opción lógica era handprints – la huella de carbono dactilar.
Norris ha creado una página web app.handprinter.org que nos permite calcular y actualizar nuestra huella de carbono dactilar con las acciones que realizamos y los compromisos que asumimos para ampliarla. Es como una competición: cuantos más amigos sumemos al esquema, más puntos extra obtenemos. Además, las huellas pueden agruparse. Morris aspira a que un día las familias, las asociaciones, las ciudades e incluso los países compitan por el tamaño de sus huellas de carbono dactilares.
Para Elke Weber, de la Universidad deColumbia, este concepto puede contribuir a que la gente pase de la conciencia del daño que hacemos al planeta a hacer algo para remediarlo. Paso a paso y mano a mano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario